Saltar al contenido

Ayaki; historia del nombre


Cuando la gente se interesa por el origen de mi nombre o apodo «Ayaki», lo hacen esperando que les cuente alguna historia sobre el por qué decidí ponerme este mote para mis vídeos en internet, pero lo cierto es que van muy desencaminados ya que «Ayaki» no es para nada un «nick» o un «alias» que utilizo para darme a conocer por internet.
En realidad ni siquiera lo escogí yo.


Para que entiendan bien de dónde viene este nombre les voy a explicar la verdadera historia desde un principio:

Todo empezó allá por el año 1983, estando yo aún en el vientre de mi madre. Mi hermana Saray, que tenía unos 4 años por aquel entonces, veía unos dibujos animados llamados «Jackie y Nuca: el bosque de tallak« -unos dibujos de procedencia japonesa, que nos contaban la historia de dos ositos, que vivian en el bosque de tallak, donde luchaban por la supervivencia en un mundo duro y cruel-. En esos días, aún no estaba decidido cuál sería mi nombre, pese a que mi padre estaba empeñado en seguir la tradición y ponerme su mismo nombre (Joaquín) y al ser yo el único varón hasta el momento, quería mantener la saga de los Joaquines (mi abuelo también se llamaba Joaquín).

Bueno, el caso es que mi hermana quería ponerme «Jackie», como el osito marrón protagonista de la serie y según me contaron, estaba tan convencida de que ese iba a ser mi nombre que no paraba de nombrarme, y cada vez que iban a comprarme algo, cualquier cosa para cuando naciera, mi hermana decía: «esto es para Jackie», «tenemos que darle esto  «a-jackie» y de tanto repetirlo con todo lo que veía acabó por llamarme «a-jackie» todo junto, y «ajackie» me quedé cuando nací. Para entonces ya nadie me llamaba por mi «verdadero» nombre: Joaquín, el nombre que me tuvieron que poner, en parte por la insistencia de mi padre y en parte porque Ajackie no era posible ponerme, entre otras cosas, porque no existía ese nombre.

Cuando aprendí a escribir, una de las primeras cosas que apunté fué mi nombre, escribiéndolo como hoy se conoce: «Ayaki». Mucha gente desconoce que mi nombre real es Joaquín, incluso cuando empecé a ir al colegio de pequeño ocurrió una anécdota muy graciosa. Fué al pasar lista la profesora, cuando empezó a nombrar a los niños y llegaba a mi, decía «Joaquín» y claro, yo no levantaba la mano porque para mi, mi nombre era Ayaki. Solo respondía por Ayaki y aún hoy suelo presentarme con ese nombre, pues así me llama todo el mundo desde mucho antes de que existiera internet.